Girarse hacia el sol
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Escucha el audio de este artículo pulsando 👉 aquí Campos inmensos de girasoles abiertos de par en par y perfectamente alineados me indican que el verano está en pleno apogeo. Las enormes flores doradas se dirigen hacia el sol y siguen su trayectoria por el cielo diurno desde que asoma el primer rayo de la mañana hasta que se oculta el último por la tarde. El verano trae consigo el máximo caudal de luz y calor para que los frutos de las plantas terminen de madurar. Calor y luz son energías necesarias para concluir el proceso que comenzó meses atrás y que ahora necesita el último empujón. 🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻 La pequeña planta que estableció sus raíces bien firmes dentro de la Tierra, se nutrió primero de la energía procedente del suelo. Y aunque en principio era frágil y tierna, poco a poco, se fue fortaleciendo y desarrolló un tallo robusto con el que fue capaz de sortear obstáculos y alejarse del suelo. Una vez arriba, y en dirección siempre al cielo, extenderá...