¿A qué te invita el Otoño?
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Recién entrada la estación del Otoño puedo percibir a mi alrededor un ligero cambio. Es la luz, su intensidad, que se torna diferente… Y cómo no, la temperatura que se suaviza, se templa, se equilibra traspasado el equinoccio.
La Naturaleza me indica un nuevo camino a seguir durante el período otoñal si pretendo entrar en resonancia y equilibrarme a la par que ella.
Con el transcurrir de las estaciones se nos invita al cambio, a recordar que todo en el universo está en un continuo movimiento, en un fluir constante.
Así, encontramos en el árbol de hoja caduca una magistral enseñanza procedente del reino vegetal.
En la primavera pasada sus ramas desnudas empezaron a revestirse de hojas tiernas, de un verde brillante. Más adelante, con el calor del verano las ramas se llenaron de hojas bien desarrolladas y grandes que formaron un entramado en lo alto de sus copas. Ahora, en Otoño, el árbol cambia su color, y la savia que antes subía hasta las últimas ramas ahora se retrae y se queda en las raíces. La energía reposará durante todo el Otoño y el invierno debajo de la tierra hasta que llegue otra vez su momento de ascensión.
De este modo comenzará para cada hoja de árbol una transformación: primero de aspecto; pues perderá su color verde para pasar al amarillo, al ocre o al marrón. Y en segundo lugar, tendrá que abandonar su posición elevada para terminar por yacer junto al suelo.
Será preciso soltarse de la rama que la sostuvo y dejarse caer hacia abajo.
Algunas lo harán inmediatamente, con el primer soplo de aire. Otras, en cambio, es posible que demoren el aterrizaje y se queden suspendidas sobre alguna superficie o que vuelen hasta otro lugar, donde las lleve el viento. Pero la mayoría se deslizará lentamente como una fina lluvia y ocuparán su lugar abajo recubriendo el terreno.
La capa de hojarascas que ahora tapiza el suelo terminará por desintegrarse gradualmente a medida que transcurra el Otoño y luego el Invierno. Sus restos descompuestos serán absorbidos por la tierra y pasarán a formar parte del subsuelo. Más adelante se habrán convertido en los nutrientes que van a alimentar a la raíz del árbol, y que tras su descanso invernal volverá a renovar sus hojas.
¿Y a ti, a qué te invita el Otoño?
A mí me me invita a cambiar, a transformarme, a reinventarme. A darme cuenta que ahora es tiempo de dedicarme a otras cosas diferentes.
El Otoño me invita a soltar, a dejar de dedicar tiempo y esfuerzo a todo aquello en mi vida hacia donde la energía dejó de desplazarse y que, por tanto, está desvitalizado, seco, muerto...
El Otoño me invita a retornar a mi centro, a cultivar y atender mi mundo interno.
El viento del Otoño me susurra al oído que me deje fluir, que confíe en que la brisa del bosque me arrastrará hasta el lugar que ahora me corresponda ocupar.
Este especial tiempo de Otoño me anima a dejarme caer al vacío, a pesar de mi miedo y de la incertidumbre que la propia caída me produce.
El Otoño, como cada estación, me invita a seguir avanzando por la espiral evolutiva de la vida.
Y a ti, ¿a qué te invita el Otoño?
💫💖Que la luz y el amor guíen siempre tu camino.
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