Abraza tus emociones
Abrazo
mis emociones y las integro dentro de mí. Las acepto tal y como llegan a mi
vida hoy. Las acojo tal y como me encuentro en este momento preciso de mi
historia. No discrimino entre una y otra: si están bien o no lo están, si
expresarlas o acallarlas. Están aquí, moviéndose a través de mi cuerpo y las
siento con la intensidad con la que se presentan. Cada vez más las voy
conociendo, identificando, y soy capaz de mirarlas de frente, sin asustarme. Me
pertenecen. Son mías. Unir todas mis partes me hace sentir más completa y
liberada.
Saber
gestionar nuestras emociones y considerarlas parte esencial del desarrollo de una
conducta saludable, es fundamental.
La
emoción es un impulso que tiene lugar en nuestro cuerpo y que nos conduce a la
acción.
Si
se frena el impulso que surge de manera natural se bloquea el flujo de energía que,
al no poder discurrir libremente por nuestro organismo, queda atrapado dentro
de él.
Contenerlo
supone un gran esfuerzo, con un requerimiento de enormes cantidades de energía
para mantenerlo bajo control.
A
la larga, si se insiste en esta retención emocional sin que pueda seguir su
curso hacia la expresión de un sentimiento, llegará a agotar a la propia
persona que la retiene y terminará por ser somatizada en algún lugar de su propio
cuerpo: en forma de dolor o enfermedad.
El
cuerpo te habla y si no le escuchas, te grita.
Por eso, hay que buscar la ocasión para sentir y dejar fluir estas energías. Aflojar el cuerpo e ir aligerándolas poco a poco. Y eso solo lo podrás hacer si te atiendes a ti mismo. Si te escuchas. Si te tratas en serio. Si te haces caso.
Ellos
huían de su dolor. Nadie les enseñó a dar importancia a sus sentimientos. Eran
otros tiempos y lo que prevalecía era cuidar su vida y la de los suyos, y salir
adelante.
Como
consecuencia de negar, huir o evitar sentir, uno se ve obligado a desarrollar
una máscara para mostrar su mejor cara ante los demás, y colocarse una coraza
para protegerse y poder resistir sin sentir, o sentir lo mínimo posible.
De
algún modo, así se empezó a ser incoherente y a negarse uno a sí mismo. A no
hacer caso de los propios sentimientos y no atender a sus emociones.
Se
te presenta la oportunidad de abrazar todos los aspectos de tu ser, sin
excluir. Es tiempo de unir los pedacitos rotos para volver a estar completos.
Con cicatrices y marcas, pero completos.
Que la luz y el amor, iluminen siempre tu camino. 💫💖
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