Darse el permiso para descansar

 








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Hoy me doy el permiso para descansar, para no hacer nada, para quedarme ennortada mirando a la pared.

Hoy no tengo ganas de hacer, necesito solamente SER, sentirme, cuidarme, acurrucarme y mimarme, dejar de estar para otros.

Y voy a dejar de escribir, de leer, de limpiar y ordenar la casa, de hacer las compras o cocinar, de correr de acá para allá.

Hoy quiero parar, escuchar lo que sucede dentro de mí, así que voy a silenciar los mensajes de mi teléfono y por qué no, desconectarlo también. Seguro que si alguien de verdad me quiere encontrar y contactar conmigo sabrá cómo hacerlo.

Me retiro a mi cueva a descansar, sin estímulos externos que distraigan y acaparen mi atención. La atención la dirijo ahora a mi verdadero ser, al que tantas veces desatiendo.

Y observo mis sentimientos, que se encuentran escondidos dentro de mi corazón; mis emociones, que afloran repentinamente y sin esperarlas a través de mi cuerpo; y mis pensamientos, que transitan fugaces uno tras otro, aunque no quiera, por mi mente.

Hoy lo acepto todo, sin juzgar. Me regalo un espacio en silencio, sin el ruido continuo del afuera para escuchar lo que sucede en el adentro.

Y eso sólo lo puedo realizar si soy capaz de desconectar, de apagar, de cerrar. 

Y entonces me dejo de algún modo caer, hacia abajo, hacia el interior, entrando en el vacío y la oscuridad que me asusta; soltando el control de todo.

Me pierdo en ese instante entregándome a no saber qué sucederá realmente después, a la incertidumbre de lo que vendrá. 

Y confío.

Alzo mi bandera para proteger un territorio sagrado y divino que me pertenece sólo a mí y donde sólo habito yo; nadie más, nada más.

Cuido mi propia morada, donde está depositado el fuego interno que arde sin cesar, para que los vendavales que puedan llegar más adelante no me lo apaguen.

Honro este proceso en mí, le doy un lugar y dejo que suceda.

 ✨✨✨✨✨✨✨

Es sano este descanso al que hoy me entrego, como lo es para los animales hibernar en la estación más fría.  

Seguir el ritmo cíclico de la naturaleza me ayuda a armonizarme, siempre y cuando me una al compás que ésta me marca y sea capaz de danzar acompasadamente.

✨✨✨✨✨✨✨


Tras muchas entradas y salidas en ese vacío transitorio, ahora ya sé que la vida resurge con más fuerza después de un lapso obligatorio para renovarse, como el que te proporciona un sueño reparador durante la noche.

Estaría bien que la próxima vez que asome por tu vida ese momento de sombra y desconexión del que te hablo, no lo dejases pasar de largo. Que fueses capaz de descender a ese inframundo que te arrebata de la supuesta realidad. 

No siempre hay que estar arriba, también vale caer.  

Y cuando todo el proceso termine experimentarás la dicha que supone volver a resurgir como un ave fénix. 


Que la luz y la armonía guíen siempre tu camino✨🙏


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Gracias gracias, gracias
Ya te lo comenté,me hacía falta parar en algún momento, y....
Apareces tú con ésto



María ha dicho que…
Me alegra tanto que estas palabras lleguen en el momento oportuno a quien lo necesita.
Gracias por leerme y escucharme.
Anónimo ha dicho que…
💫💫💫🤗

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